Las empresas deben fomentar y promover la igualdad real y efectiva de oportunidades entre hombres y mujeres, detectando barreras y discriminaciones y promoviendo medidas que fomenten la incorporación, la permanencia y el desarrollo de la carrera profesional de las mujeres en condiciones de igualdad de oportunidades. 

La ley de Igualdad obliga a que en las empresas de más de 250 trabajadores, se negocie un plan de igualdad con los trabajadores.